
parkinson
La enfermedad de Parkinson es una de las enfermedades debilitantes más comunes en América.
Comúnmente se cree que es una enfermedad de personas de la tercera edad, aunque más de la mitad de las personas que lo padecen lo desarrollaron antes de los 40 años.
La enfermedad de Parkinson avanza progresivamente. Las células nerviosas se degeneran lentamente en la parte central del cerebro que controla el movimiento. En personas sanas, los mensajes de la corteza motora a la formación reticular inicia el movimiento, y los neurotransmisores liberados del ganglio basal en respuesta a estos mensajes proveen la destreza y flexibilidad que damos todos por hecho. Estos dos neurotransmisores son la dopamina, que estimula el efecto amortiguación del movimiento, y la acetilcolina, que inhibe el movimiento.
Síntomas y causas
La causa exacta de la enfermedad es desconocida, pero el Parkinson está caracterizado por un daño celular en el ganglio basal. La producción de dopamina se reduce y aparecen los síntomas que caracterizan esta enfermedad. Comienza con un debilitamiento acompañado de un temblor en las manos y la cabeza. Con el tiempo estos temblores se incrementan, los músculos se endurecen más y hay un visible deterioro en balance y coordinación. En estados más avanzados, los síntomas incluyen rigidez, babeo, pérdida del apetito, mala postura, arrastre de los pies y una expresión facial dura. Eventualmente, la capacidad de comunicación puede dañarse. La demencia, depresión y otros problema emocionales tambien son comunes.
Los factores genéticos juegan tambien un rol en la enfermedad, pero hay otros factores como los medicamentos, pesticidas, monóxido de carbono, manganeso, heroína, virus específicos o golpes continuos en la cabeza como en el caso del boxeador Mohamed Ali.
Tratamiento
No hay una cura definitiva de la enfermedad, pero es tratable, y un diagnóstico temprano es mucho mejor. Los tratamientos convencionales incluyen medicamentos que intentan restaurar el balance neuroquímico reemplazando la producción de dopamina. Algunos científicos están desarrollando electrodos implantables en el cerebro para estimular el sistema nervioso. Medicamentos como la selegilina son prometedores, como fue mostrado por un equipo del Centro de Investigaciones de Enfermedades Neurodegenerativas de Londres, donde se demostró que este medicamento puede incrementar la actividad de glutatión en el cerebro. Recientemente, otros medicamentos como la pramipexola y ropenerole han surgido como tratamientos más efectivos.
El Parkinson y el Glutatión
Investigaciones recientes han encontrado dos descubrimientos importantes: primero, un análisis bioquímico en tejido cerebral dañado mostro un daño consistente debido al estrés oxidativo y la circulación de radicales libres y segundo, los niveles de glutatión en estos tejidos son extremadamente bajos. Se demostró en la Universidad del Sur de California que en un Parkinson muy avanzado los niveles de glutatión se han caído a un 2% del nivel normal. Cada caída de los niveles de glutation en el cuerpo representa la aparición de un síntoma más, y se sabe que elevar los niveles de glutatión detiene el daño al tejido cerebral. Algunos de los síntomas pueden revertirse.
Un equipo en los Laboratorios de investigación Experimental de la enfermedad del Parkinson en Londres han examinado extensivamente el rol del glutatión en la progresión de la enfermedad. Encontraron que los niveles de glutatión se caen consistentemente en todos los casos y conforme avanza la enfermedad, y eso los ha llevado a la conclusión de que elevar los niveles de glutatión ayudara a prevenir el daño neuronal.
En el Centro Medico Beilinson en Israel, experimentan con las neuronas involucradas en el metabolismo de la dopamina, demostrando que el glutatión protege a estas células de daño, esto confirma otras investigaciones que indican que el glutatión previene o retarda la muerte de células que inducen la producción de dopamina.
En Italia se trató a un conjunto de pacientes con Parkinson que no estaban llevando ningún tratamiento médico adicional con inyecciones intravenosas de glutation 2 veces al día por un mes. Todos los pacientes mejoraron en un 40% con respecto a su estado anterior. Las mejoras desaparecieron de 2 a 4 meses después de dejar el tratamiento.
Hoy en día con precursores naturales de glutatión, los pacientes con Parkinson tienen a su alcance una forma natural de mantener sus niveles de glutatión elevados todos los días sin ninguna contraindicación y manteniendo una mejora continúa por años.